En relación al modelo de intervención utilizado en el proyecto Fundación Reconocer trabaja de manera integral con los afiliados a través de sus programas, los cuales están enfocados al envejecimiento activo, positivo y saludable, considerando la complejidad que enmarca a la vejez y sus procesos de envejecimiento, abordando el fenómeno del envejecimiento, no como un problema social, sino como una oportunidad de intervención integral, en donde se observen y se comprendan las condiciones personales que rodean a cada persona, de allí que el envejecer sea un proceso particular y complejo, que integra diferentes aspectos: físico, biológico, psicológico, social y emocional.
El término envejecimiento activo fue acuñado por la OMS a finales de los 90, su objetivo fue ampliar la visión de lo que hasta entonces se conocía como envejecimiento saludable, cuyo énfasis quedaba en los factores sociosanitarios y de salud. Por su parte, esta noción de envejecer de forma activa reconoce la influencia de otras variables y confiere a la actividad un papel esencial en las diversas expresiones del envejecimiento (Monteagudo, García, & Ramos, 2016).
El enfoque del envejecimiento activo se ha convertido en un paradigma al estudiar los componentes positivos del envejecer. Se basa en el reconocimiento de los derechos humanos de las personas mayores (Huenchuan S, 2010) y en los principios de las Naciones Unidas de: independencia, participación, dignidad, cuidado y autorrealización.
La vejez implica simultáneamente un hecho personal y social que no solo afecta a aquellas personas que son ya mayores, por lo que hay que analizar el proceso de envejecimiento desde una triple perspectiva:
Por lo que en el análisis de la vejez se puede poner el acento en las necesidades personales, grupales y sociales vinculadas con el envejecimiento.
Tras lo anteriormente indicado, basamos nuestro proyecto en el modelo de intervención psicosocial, el cual es un conjunto de intervenciones comprometidas con la mejora de la autonomía y el funcionamiento de la persona en su entorno y el apoyo a su integración , participación social contando además con un sistema de servicios o soportes sociales destinados a ofrecer los apoyos necesarios fomentando su funcionamiento, lo más autónomo, integrado e independiente. “Como las actividades de los adultos mayores en la sociedad no han sido resueltas a nivel sociocultural, éstas deben ser definidas por cada individuo en forma personal, debiendo buscar que hacer, debiendo crearse una rutina compuesta de tareas que pueden ser más o menos valiosas para él, pero sin tener ninguna garantía de que ellas serán reconocidas socialmente” (FERNÁNDEZ-BALLESTEROS, 2000). La dificultad para llevar esto a cabo hace que solo unos pocos lo logren y que muchos otros deban resignarse a estar solos, sin redes de apoyo, sin rutinas, sin actividades, sin anhelos, favoreciendo situaciones de riesgo y marginación.
El enfoque psicosocial otorga un rol protagónico a los individuos que envejecen en la construcción de su propio bienestar. Un adulto mayor tiene un buen nivel de bienestar cuando es capaz de enfrentar los cambios que ocurren en su organismo y en su entorno social, dando respuesta a los problemas que se le presentan, aceptando y asumiendo las perdidas y frustraciones (FERNÁNDEZ-BALLESTEROS, 2000)
Nuestro proyecto de Fundación Reconocer, abarca distintas áreas que dan sustento al Modelo de Intervención Psicosocial, en el cual se combina, por un lado, el entrenamiento y desarrollo de las habilidades y competencias de cada persona y por otro lado, las actuaciones sobre el ambiente que incluye desde psicoeducación, asesoramiento, hasta la coordinación con redes destinados a ofrecer los apoyos necesarios para compensar o fortalecer el nivel de funcionamiento psicosocial
De esta manera se pretende generar que las personas mayores jubilados de la construcción, tengan una visión de la vejez donde sean autovalentes, integrados, participativos e incrementen su calidad de vida.